En una importante reunión con el grueso de conductores de almacenes de carbón que producen altos índices de contaminación en sectores como El Milagro y zonas aledañas, para informarles sobre la elaboración de un catastro que determinará el área donde serán reubicados, posiblemente en un campo minero, para evitar que sigan produciendo daño a la propiedad y la salud de los vecinos que viven en las cercanías a la actividad que realizan.
Se hizo saber la decisión asumida ante el reclamo de los pobladores que son agredidos por una actividad en su mayoría informal, debido a que los depósitos en los que almacenan el contaminante producto carecen de las condiciones técnicas que eviten la contaminación, por lo que se culminan los estudios catastrales para conocer el área total que se destinará para la reubicación, de acuerdo a la normatividad vigente.
Quiero reiterar mi posición anterior en el sentido de que se aplicará lo que manda la ley, incluso aplicando la interdicción y el desalojo a los conductores de depósitos que se nieguen a la reubicación, para lo cual se solicitará la intervención de la fiscalía y de la policía con el fin de evitar que continúe la agresión a la vida y la salud de los vecinos por el impacto de las partículas de carbón que ocasionan enfermedades respiratorias, gástricas, cardiovasculares y a la piel, principalmente en niños, ancianos y mujeres embarazadas.
En una anterior reunión, donde participaron también los representantes del proyecto Chavimochic, autoridades ediles y vecinos del sector El Milagro, alcanzaron un pre acuerdo para la reubicación de esta actividad minera no metálica que contamina el medio ambiente y constituye un atentado contra la salud y la vida de la población que se ha levantado para exigir su erradicación inmediata.
A propuesta del titular del pliego regional, una comisión de las gerencias regionales de Salud, Medio Ambiente y Energía y Minas, en coordinación con el municipio del centro poblado y de Huanchaco, se levantaría un catastro de los depósitos carboneros, a fin de determinar el área real que ocupan y la relación de cada cual con la propiedad o posesión del predio.
Esa era una labor que correspondía a las autoridades regionales y municipales, que iban a entrecruzar la información que tenían de Cofopri y Registros Públicos, y comenzar el esfuerzo de buena fe para la solución de este problema, advirtiendo que, de existir alguna resistencia u oposición a la reubicación, simplemente se aplicaría la ley a través de las gerencias de Trabajo, Salud, Energía y Minas, y también con el apoyo de la municipalidad, Salud y la fiscalía.
En ese sentido, la preocupación de los vecinos respecto de que a los que trabajan en esta actividad que contamina no les importa la vida de los vecinos y, por ello, apelo a la buena voluntad para realizar el desalojo y traspaso, inicialmente a una zona conocida como la poligonal de Chavimochic, ubicado cerca al relleno sanitario y a seis o siete kilómetros de la carretera Panamericana.
Respecto de algunos propietarios de depósitos carboneros que exhiben licencias municipales y hasta regionales, aclaro que los permisos se otorgan para la operación de una actividad pero no para hacer daño, como en este caso, situación que permitiría la intervención de las autoridades para detener la agresión a la salud y la vida de los vecinos que, con toda justicia, reclaman solución al problema de la contaminación.
Los dirigentes de los carboneros aseguraron estar predispuestos a encontrar una solución de buena fe, concientes de que una oposición traería un repudio mayor de parte de la población y una acción legal cuya consecuencia solo sería un inútil enfrentamiento social.
